En el ecosistema de tecnologías para el eCommerce, las plataformas de integración son la herramienta fundamental para optimizar la gestión operativa. Cada vez son más las empresas que deciden vender online bajo ésta modalidad para lograr estándares más altos de eficiencia y en muchos casos para hacer viable la operación.

Las diferencias entre una empresa no integrada con respecto a las empresas que han adoptado una estrategia de integración omnicanal son notorias, tanto internamente en los equipos involucrados como externamente de cara a la experiencia y competitividad que se generan dentro del mercado.

Sin embargo, como con cualquier tecnología, existen muchas dudas sobre los desafíos para su adopción y los beneficios prácticos que implica la integración en el día a día operativo de una marca.

¿Cómo funciona una empresa no integrada?

Normalmente cuando las empresas están en las etapas iniciales o más inmaduras de su operación online, no utilizan una integración sino que realizan sus procesos manualmente y muchas veces sin equipo dedicado exclusivamente al eCommerce, todo esto mientras definen su estrategia en el mundo online y organizan su operación.

Gestiones como la creación de productos, carga de stock, actualización de precios, facturación, son tareas que normalmente realizan en diferentes plataformas y varias veces al día las personas encargadas del área de eCommerce. Estas acciones consumen el tiempo y esfuerzo del equipo y están sujetas a los errores e inconsistencias propias de las actividades manuales.

Cuando comienza a aumentar la cantidad de pedidos, cuando comienzan a presentarse quiebres de stock o la creación de productos y los despachos se retrasan, todos estos son indicadores de alerta para las marcas de que su operación necesita avanzar a otro nivel.

Es por esa razón que cuando se vuelve cada vez más inmanejable atender a tiempo y de forma eficiente cada una de las múltiples tareas que implica vender online, la integración se convierte en la alternativa necesaria para manejar el crecimiento.

¿Qué significa para una empresa integrarse?

Para las empresas que venden online, integrarse significa automatizar acciones y procesos que antes realizaban de forma manual. Esta automatización funciona a través de un software de integración, que se conecta con los canales de venta y permite realizar a través de una plataforma, todas las gestiones diarias de la operación online.

La integración implica una transformación tecnológica de los procesos operativos de la empresa, permitiendo automatizar procesos, realizar acciones masivas, monitorear de forma más sencilla el estado de la operación y en resumen, profesionalizar la gestión de las ventas online a un nivel que impacta en el equipo, en la experiencia de los consumidores y por supuesto en las ventas.

El valor de una integración es particularmente importante para empresas que funcionan o planean funcionar bajo un esquema omnicanal, es decir, vendiendo a través de múltiples canales de venta online, porque se hace necesario que estos se mantengan conectados para que la operación sea más eficiente y para minimizar los errores.

Así mismo, al integrarse las empresas disminuyen sus tiempos de onboarding cuando deciden ampliar sus canales de venta online, ya que puede utilizar la misma información que tiene dentro de la plataforma (como los productos, imágenes, etc.) para vender en nuevos lugares y a través de un flujo mucho más sencillo y rápido con el acompañamiento de equipo con experiencia en estos procesos.

El valor agregado de un integrador

Una integración agrega valor en todos los aspectos de la operación de un vendedor. Por ejemplo en el caso de Multivende, además de las herramientas principales de gestión de productos, inventario, precios y ventas, cuenta con una API abierta que permite la conexión de múltiples sistemas que complementan la automatización de la operación.

Dentro de estos sistemas se encuentran soluciones de tipo ERP, POS, WMS, BI, AI, así como múltiples operadores logísticos con servicios de fulfillment, última milla, entre otros, que permiten a las empresas tener conectadas todas las soluciones que usar para resolver su operación.

De igual forma, al estar dentro del ecosistema y conocer en profundidad las necesidades de los vendedores, en el caso de Multivende también existen alianzas con empresas que brindan otro tipo de soluciones no integradas pero que igualmente agregan valor en la operación, por ejemplo empresas que ofrecen la implementación de tiendas propias, fotografía profesional de productos, financiamiento para las empresas, entre otras.

Además, el rol del integrador al ser de acompañamiento a las empresas en su proceso de crecimiento, va más allá de las herramientas tecnológicas, sino que también existen instancias de capacitación y asesoría a los vendedores sobre distintos procesos, en Multivende el equipo es al mismo tiempo guía en el camino a través de la integración y la omnicanalidad de las empresas.

Integradores vs. desarrollos in-house

Una duda común de las empresas que quieren profesionalizar sus ventas online y que cuentan con equipos de tecnología internos es si deben realizar desarrollos propios para integrarse a los canales de venta y la respuesta depende de muchos aspectos, como la viabilidad para mantener las integraciones actualizadas.

Todos los canales de venta y particularmente los marketplaces están en constante cambio. Arreglar problemas, hacer mejoras, implementar nuevas funcionalidades, todo esto implica cambios en las formas de funcionamiento de las plataformas de venta que impactan en las integraciones.

Un integrador se encarga diariamente de actualizar las integraciones, con personas que se especializan en cada canal de venta para ajustarse rápidamente a esos cambios y mantener las integraciones funcionando correctamente.

Así mismo los equipos técnicos de un integrador se encargan de revisar directamente con el canal de venta cualquier inconsistencia o problema con canales de comunicación exclusivos y de igual forma, el uso masivo de la integración por múltiples marcas, contribuye a identificar y solucionar más rápido cualquier tipo de incidente.

De esta manera el costo operativo de mantener estás integraciones siempre va a ir en aumento, para los integradores es una variable que forma parte de su funcionamiento y que está contemplada en el crecimiento y expertise de los equipos de TI.

En el caso de los desarrollos in-house, normalmente mantener el ritmo de actualización de las integraciones es costoso y al ser altamente demandante, afecta el enfoque de la empresa en su estrategia de ventas online.

Es por eso que al momento de definir si hacer un desarrollo propio vs. usar un integrador, las empresas deben hacerse dos preguntas fundamentales, la primera es “¿Tengo los recursos para desarrollar y mantener actualizadas las integraciones con todos los marketplaces en los que deseo vender?”. En caso de ser positiva la respuesta, el siguiente cuestionamiento de las empresas debe ser “¿Quiero enfocarme en desarrollar integraciones o en mi estrategia de ventas online?”.

Si las empresas cuentan con el equipo necesario y pueden permitirse dedicar recursos a desarrollar y mantener integraciones es una opción que perfectamente pueden adoptar, igual sucede en el caso de empresas que además de vender online se dedican a la tecnología.

Sin embargo, para las empresas que no cuentan con éstas características, que no tienen como objetivo desarrollarse en el área de la tecnología y su enfoque se encuentra netamente en vender online, la mejor opción siempre será usar una plataforma de integración para resolver su operación.

Un integrador es, en resumen, una herramienta de trabajo para el equipo de eCommerce que a través de la tecnología centraliza la operación, permite optimizar todos los procesos relacionados a la venta y minimiza los errores e inconsistencias. El equipo de un integrador como Multivende, cumple además un rol de asesoría, capacitación y guía en los procesos y evolución de los vendedores.

Para las empresas, si bien usar un integrador implica inicialmente una transformación en la forma de trabajo de diferentes áreas, su impacto positivo en la gestión diaria, en las proyecciones de crecimiento, en la solidez y competitividad de la marca, en la experiencia de los clientes y todo el resto de beneficios asociados, superan los costos y desafíos operativos de la transformación omnicanal.